Wednesday, September 12, 2007

P o r u n a c a b e z a
A las personas de cabeza inquieta


"No deseo pertenecer a ningún club, que acepte como socio, a alguien como yo".
Groucho Marx

Cuando comencé a escribir este relato, se titulaba. “Decálogo de un Arquitecto”.
Recordé entonces que para poder escribir un decálogo, uno debía haber vivido por lo menos, un momento arquitectónico como decía el chico de las gafas oscuras.
Fernando Palma, dice que: “La vida de un Arquitecto se basa en tres momentos arquitectónicos y El Arquitecto se da cuenta cuando uno de esos momentos llega porque bla bla bla.”
La verdad es que ya no se si creer en esos momentos porque la verdad, a mi, aún no me llega ninguno.
¿Afortunado soy en no tener aún, uno de mis 3 momentos?
Gracias a esto, es que ya no creo que 2 huellas + 1 contra-huella dan con la escalera perfecta.
Tengo tantas horas de lápiz, que ya no me quedan hojas, tantas croqueras que ganaría mas vendiéndolas en Sorepa, ( recicladota de papeles y cartones) a lo que alguien pagaría por su contenido.
Estas ultimas de todos los tipos de tamaño y papel, pintadas a colores primarios que dan el calce perfecto al modernismo del modulor, una ArtPen con tinta de mala calidad, un plumón y un ticket de avión el cual ya rayé.
Sin embargo son tantas mis ganas de hacer algo, que nunca hago nada y nadie me contrataría por la ansiedad que tengo a no hacer nada, solo sentarme y rayar.
No pretendo ser amigo de Fuguet ni mucho menos de don Nicanor, paso de largo del café cuando esta sentado Rivera Letelier, porque lo único que me cae bien de Gandhi son sus anteojos, tampoco predico a pie descalzo y mucho menos pido cosas arrodillado con mis manos alzadas como la momia.
No comprendo a los que lo hacen pero tampoco digo que esta malo, todo lo contrario, traen a mi cabeza hermosos recuerdos de los Titanes del Ring.
Aborrezco cualquier situación que tenga que ver con un tema social, sean estos, la Teletón, donar plata en el supermercado, no me gustan los stickets de100 pesos por colaborar con coaniquen, sin embargo los únicos que me caen bien son los locos, pero no esos que dicen “oye compadre, estoy entero loco”, no, esos no, me cargan, son aborrecidos por mi persona, son peligrosos y de mentira.
hay una vieja loca, de sombrero alado, la cual esta elegantemente vestida de vaticano en el centro de esta ciudad, que dice: ¿ “préstame luka dos” ? así nomás, creo que ella vivió uno mas de los mitos del volverse loca de amor, tal cual, Anne bancroft en el papel de Ms. Nora Dinsmoor en Grandes Esperanzas, la cual es una de mis películas favoritas, con textos tan grandiosos como “solo te romperá el corazón. Es un hecho. Y aunque te prevenga, aunque te garantice que ella solo te lastimara, horriblemente, tu la perseguirás…¿no es maravilloso el amor?”.
O también estan las locas como la de cerro alegre, si, la de la teleserie, que lo unico que hacia era hacer mariposas de papel crepe todo el día, que loca mas FOME, no digo que la locura tiene que ser por esencia entretenida, pero es loca la cago pa fome.
En fin, Cuando la cabeza pasa la cuenta los demás se darán cuanta y tu no, porque ya lo habrás perdido todo o habrás ganado demasiado y todo esto, es solo. Por una cabeza.

Un abrazo

Néstor Mallegas Clift.